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El tratamiento

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Miomectomía

¿Qué es la miomectomía?

La miomectomía es la intervención quirúrgica mediante la cual se extirpan los miomas uterinos, también denominados «fibroleiomiomas», «leiomiomas», «miofibromas» o «fibroides».

La miomectomía deja el útero intacto y por lo tanto es el tratamiento preferido para eliminar los miomas en la mujer que busca tener hijos. La capacidad de lograr el embarazo aumenta con la miomectomía, pero no está garantizada. En función del tamaño y la ubicación de las incisiones, cabe la posibilidad también de que después de una miomectomía se necesite una cesárea para el parto. 

¿Qué son los miomas uterinos?

El mioma uterino es una tumoración del útero que casi siempre es benigna y puede desarrollarse dentro de la cavidad uterina (donde tiene lugar el embarazo), en el interior de la pared muscular del útero o en la superficie externa del órgano. 

Entre el 30% y el 40% de las mujeres tienen miomas. La mayoría no producen síntomas y las pacientes ni siquiera son conscientes de que los tienen, así que no requieren tratamiento. En algunas mujeres provocan hemorragias, dolor abdominal, presión y subfertilidad y éstos son los casos que pueden abordarse quirúrgicamente con la miomectomía. Existen distintas modalidades de acceso: miomectomía abdominal, miomectomía histeroscópica y miomectomía laparoscópica. 

Síntomas de los miomas

Los síntomas de los miomas son:

  • Hemorragias profusas durante la menstruación
  • Menstruaciones dolorosas
  • Pérdidas de sangre durante todo el mes
  • Anemia (carencia de glóbulos rojos)
  • Dolor de vientre y de espalda
  • Estreñimiento y aumento de la producción de orina
  • Subfertilidad y abortos espontáneos

Diagnóstico de los miomas uterinos

La mayoría de los miomas se diagnostican con una ecografía vaginal. Si el mioma se encuentra cerca de la cavidad uterina o se proyecta hacia su interior, normalmente se solicita una histerosalpingografía o una sonohisterografía para obtener una imagen más clara de su disposición en el útero. 

 

¿En qué consiste la miomectomía y cómo es el posoperatorio? 

La miomectomía como tratamiento

En lo que concierne al tratamiento de la fertilidad y la evolución del embarazo, si los miomas son pequeños y no se proyectan hacia el interior de la matriz, o si no producen molestias, se pueden dejar sin tratar. En cambio, si los miomas afectan a la fecundidad, conviene extirparlos mediante una intervención denominada miomectomía.

Miomectomía abdominal

La miomectomía abdominal es una intervención quirúrgica en la cual se extirpan los miomas a través de una incisión practicada en el abdomen, normalmente en sentido horizontal (paralela a la cintura). La operación requiere de 2 a 3 días de hospitalización. 

En la miomectomía abdominal se extirpan todos los miomas observables y se reconstruye el útero. Es frecuente asimismo teñir el cuello uterino con azul de metileno para verificar que las trompas son permeables antes de proceder a la miomectomía. 

Riesgos de la miomectomía abdominal

La miomectomía abdominal comporta algunos riesgos, a saber:

1. Hemorragias

2. Infecciones

3. Lesiones en otros órganos internos

4. Posibilidad de tener que proceder a una histerectomía (menos del 1% de las veces)

Conviene consultar al médico o a la enfermera si después de la operación la paciente tiene fiebre o dolor abdominal, o si se infecta la incisión quirúrgica.

Convalecencia tras una miomectomía abdominal

La mayoría de las pacientes regresan al trabajo al cabo de 4 semanas, aunque la recuperación completa puede tardar 6 semanas.

En ocasiones se administra leuprorelina (Lupron®) o cetrorelix (Cetrotide®) unos días antes, medicamentos que sirven para reforzar las células sanguíneas, en preparación de la intervención, y reducen los miomas, facilitando su resección.

Miomectomía histeroscópica

La miomectomía también puede realizarse con acceso histeroscópico; la miomectomía histeroscópica se practica en el ámbito ambulatorio y sirve para eliminar miomas pequeños de la cavidad uterina (submucosos).

Los miomas que se proyectan en más de un 50% pueden extirparse a través del cérvix con un resectoscopio, un histeroscopio provisto de un asa cortante que se hace pasar por el histeroscopio hasta el interior del útero y que sirve para eliminar de raíz el mioma de la pared uterina, mediante energía eléctrica de alta frecuencia que coagula o corta el tejido.

Convalecencia tras la miomectomía histeroscópica

La intervención tiene lugar en el quirófano del hospital o en una clínica quirúrgica con anestesia local o general. Como es de carácter ambulatorio, la paciente recibe el alta el mismo día y lo normal es que vuelva al trabajo el día siguiente. 

Conviene que consulte al médico o la enfermera en caso de fiebre o dolor abdominal después de la miomectomía histeroscópica.

Miomectomía laparoscópica

La cirugía laparoscópica es la que se realiza a través de pequeñas incisiones externas y se sirve de una cámara de fibra óptica para orientar al cirujano por el interior del cuerpo. Es habitual en intervenciones ginecológicas.

Los miomas adheridos a la parte externa del útero por un tallo («miomas pedunculados») o los miomas superficiales que se ubican cerca de la superficie externa («miomas subserosos») son los más fáciles de extirpar mediante laparoscopia. En cambio, los que crecen dentro de la pared uterina («miomas submucosos») son más difíciles de eliminar mediante laparoscopia y es más habitual que se proceda a la miomectomía con acceso abdominal.

Si desea más información sobre la miomectomía, contacte con nosotros.

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